Los MITOS más comunes de la dermatitis atópica

Si la DA todavía te genera interrogantes, aca despejamos tus dudas, diferenciando los mitos de las verdades. Sumergite en las respuestas a las consultas más habituales.



La dermatitis atópica y el eczema son lo mismo.

La dermatitis atópica (DA) y el eczema suelen utilizarse como sinónimos, pero no son lo mismo. El eczema incluye una variedad de afecciones de la piel que presentan síntomas similares. La DA es la forma más común de eczema y es reconocida como una enfermedad crónica que afecta la calidad de vida. 

Existe cada vez más evidencia científica que muestra que el sistema inmunológico juega un rol importante en la evolución de la dermatitis atópica. Vivir con ella no es algo que deberías padecer; hoy tenés la posibilidad de encontrar soluciones. Si mantenés una conversación abierta y honesta con tu médico sobre tus síntomas  principales molestias, juntos podrán analizar diferentes y mejores opciones para el abordaje de tu DA.

Los emolientes son productos para cuidar la piel que te ayudan a mantenerla suave y protegida. Actúan como un escudo que evita que tu piel pierda su propia agua. Es muy importante que mantengas tu piel hidratada. Tu médico podría recomendarte una crema especial para esto, y es clave que la uses tal como te indique. Si querés probar otro tipo de crema, tené en cuenta:

  • Ingredientes: Mirá bien qué contiene para evitar algo que te pueda dar alergia y empeorar tu piel.
  •  Evita perfumes: Es mejor usar cremas sin olores ni colorantes porque pueden molestar a tu piel.
  • Prueba antes de usar: Poné un poco de la crema en tu muñeca o codo y espera 48 horas para ver si tu piel reacciona mal. Es una manera de saber si esa crema te sirve.

Si tu dermatitis atópica (DA) es más grave, quizás necesites otros tratamientos. Por eso, es importante que hables con tu médico para encontrar la mejor solución juntos.

A veces, los brotes de DA se atribuyen a los alimentos. Aunque las alergias alimentarias pueden coexistir con tu enfermedad, es posible que no tengas que evitar ningún grupo de alimentos en particular para controlarla de manera eficaz. Consultá con tu médico si te recomienda algún cambio nutricional y seguí sus indicaciones. Si no tenés un médico que te ayude con tus síntomas, las asociaciones de pacientes pueden ayudarte. 

Aunque suele pensarse que la dermatitis atópica (DA) es una enfermedad alérgica de la piel, no hay evidencia que indique que sea causada por las alergias. Si bien se desconoce, exactamente, qué la provoca, se sabe que sus causas están relacionadas con el sistema inmunológico y con un daño de la barrera cutánea. Identificar y evitar los desencadenantes de la alergia puede ayudarte a controlar mejor tu enfermedad y a reducir el número de brotes, pero no va a hacer que desaparezca por completo. Si no estás seguro de qué es lo que desencadena tus brotes, consultá con tu médico para ver si hay algún factor común. Si buscás un especialista, las asociaciones de pacientes pueden ayudarte.

Definitivamente la picazón no está solo en tu mente y es difícil evitarla. Se trata de una sensación incómoda en la piel que puede ser ocasionada por una variedad de desencadenantes y que viaja a través de los nervios hasta el cerebro. Éste interpreta las señales como picazón y da inicio a la acción de rascarse como respuesta.  Aunque se recomienda rascarse lo menos posible, no es tan sencillo como parece. Si tu picazón te genera demasiado malestar e interfiere en tu vida cotidiana, hablá con un médico especialista.

El estrés no causa la dermatitis atópica (DA); sin embargo, la forma en que el cuerpo responde al estrés puede desencadenar un brote o empeorar tu enfermedad. Esto, a su vez, podría generar aún más estrés y dificultades en el manejo de tu condición. Si sentís que estás empeorando debido al estrés, no dejes de hablarlo con tu médico.

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica y, hasta el momento, no tiene cura. Si bien es cierto que algunos niños la superan, muchos viven con ella hasta su edad adulta. La buena noticia es que puede ser controlada a través de diferentes opciones terapéuticas. Sin embargo, algunas personas pueden presentar recaídas. Si sentís que tu tratamiento no da el resultado que esperabas,  es hora de que hables con tu médico. 

En el manejo de la DA, la frecuencia del baño continúa siendo un tema de debate. Por eso te sugerimos que puedas conversar con tu médico acerca de cuál es la mejor opción para vos. Algunos especialistas sugieren que bañarse demasiado reseca la piel, mientras que otros sostienen que bañarse ayuda a hidratarla.  En definitiva, debes bañarte con la frecuencia que sea adecuada para tu piel. Es posible que encuentres que los baños menos frecuentes son mejores para vos, o que bañarte la mayoría de los días te ayuda a mantener la piel hidratada. Escuchar a tu cuerpo te ayuda a entender cómo reacciona tu piel a los desencadenantes externos.

En la Argentina existen dos asociaciones de pacientes cuyo objetivo es acompañar y mejorar la calidad de vida de las personas con dermatitis atópica, fomentando la educación y promoviendo la investigación de la enfermedad. Ambas cuentan con diferentes equipos de profesionales que brindan contención a los pacientes y sus familiares, apoyo psicológico e información actualizada. Además, trabajan para generar conciencia y educar acerca de la carga emocional que supone la DA para quienes la padecen, lograr el acceso a la innovación terapéutica y orientar a las personas en la búsqueda de un especialista.